HOMENAJE A LUIS LUCHI

Durante el mes de octubre se realizarán los actos de homenaje al poeta Luis Luchi en conmemoración del décimo aniversario de su muerte:

BARCELONA

En el Centro Cívico Pati Llimona. Regomir 3.
7 de octubre. 19:30 hs. Sala Foyer
Inauguración de la exposición de fotografía.


Presentación del libro “ESPÉRENME QUE VOLVERÉ” editado con motivo del homenaje, con ilustraciones, prosa inédita y poesía de Luchi.

Desde el 4 al 16 de octubre
Exposición de retratos de Luis Luchi, fotos familiares y con amigos de Buenos Aires y Barcelona.

En el Casinet d'Hostafrancs, Rector Triadó 53
16 de octubre
18:00 hs. Peña musical (tango, folklore, etc.)
19: 45 hs. Llamada uruguaya con tamboriles.
20:00 hs. Actuaciones musicales, teatro, danzas, lectura de poemas, títeres, espectáculo poético-musical, vídeos, etc., dedicados a recordar vida y obra de nuestro poeta.

Se cerrará el acto con murga y nueva peña.

En la antesala estarán expuestos diferentes materiales de la trayectoria poética y vital de Luis Luchi.

Habrá choripanes, dulces, bebidas, etc.

Este horario podrá estar sujeto a cambios.

Cementerio de Montjuïc
17 de octubre
Visita al cementerio de Montjuïc donde descansan los restos de Luis Luchi.

BUENOS AIRES

En el club SABER, Llerena 2727 (Parque Chas) Capital Federal

16 de octubre. 20:30 hs.
Lectura de poemas
Cuesta Arriba (trío de tango)
Turbio Tinte Trío

Vídeo

viernes, 26 de febrero de 2010

Luis Luchi y el músico Jorge Sarraute

El poeta con el músico Jorge Sarraute en el barrio Gótico de Barcelona a mediados de los años 70.
Ver www.jorgesarraute.com

miércoles, 24 de febrero de 2010

"El Sena para mí" en italiano

tomados de ipoetinomadi.com


La Senna per me

Sei un po' per me
Senna, che altri poeti ti possedettero.
Mi trovo troppo lontano
per nuotarti dentro o attraversarti in barca.
Se avessi un mucchio di soldi
sai bene che appoggerei alla ringhiera
del tuo percorso circoscritto
la mia testa con pena.
E direi, questo lo immaginavo,
quello sta al suo posto.
O presto scoprirò un’ansa
che godetti o vissi
e sarei in condizioni di prevedere;
adesso sto per emettere questa parola,
avrò un’avventura,
imiterò la luna
o riconoscerò che sto sognando.
Ma più sicuramente che starò sognando
e come mi piacerebbe, Senna,
andare per le tue sponde
in un’onda senza riposo
dei tuoi periodi di pace.
Ho un presentimento che le primavere
mi avvolgeranno,
e saranno inquiete
quando non mi sentono felice
e io spiegherò loro,
che mai potrei non spiegar
che non sono triste per loro,
che tutto quello che mi può andare bene
qui mi accade.
Che nonostante sia arrivato
non più giovane
è possibile che mi guardino e mi stimino
soltanto
perché scrivo versi,
soltanto per questo.
E può darsi che mi decida,
perché no,
di lanciarmi nelle tue acque e morire.
E diranno di me,
e lo spero,
un poeta,
argentino,
lascerò i miei documenti in regola;
affondò nella Senna perché le voleva bene
avendo tanti fiumi nel mondo,
e nel suo paese.

Luis Luchi (de “L’ozio creatore”, 1960)

Traduzione: Carlos Sanchez

sábado, 13 de febrero de 2010

Luis Luchi y Alberto Szpunberg en asamblea permanente

De "La academia de Piatok", de Alberto Szpunberg

NAIDE ES MÁS QUE NAIDE RESPONDE
A DON NADIE

a Luis Luchi


El mundo es su palacio y Él reina sobre todos pero todos
somos hombres de palacio: Piatok es hombre de
palacio, su caballo es hombre de palacio, nadie, el que
no es, es hombre de palacio, y el don nadie, el que será,
también es hombre de palacio, hay grandes caminos que
llevan a Moscú o Krivosoiovo o Parque Chas, hay
caminos menores que, por ejemplo, van de Berdichev a
Buenos Aires o el Masnou, hay senderos que atraviesan
el bosque, hay atajos que burlan los senderos que
atraviesan el bosque, y hay pasadizos secretos entre
letra y letra que recorren todo el inmenso mundo, y todo
el inmenso mundo es su palacio, y el quejido de sus
infinitas puertas es nuestro quejido, y el crujir de sus
maderas son nuestros huesos, y sus largos pasillos nos
llevan adonde nos llevan, y todos los que vamos y
venimos somos hombres de palacio que vamos y
venimos, y hasta el Zar de todas la Rusias, maldito sea
su nombre, con su Palacio de Invierno que pronto será
nuestro y antes dejará de serlo, también él es hombre de
palacio, y hasta el tendero que nos desnuda con sus telas
es hombre de palacio,
pero, de pronto, alguien enciende el fuego y se refriega las
manos, otro alza la copa y canta, los demás bailan y
bailan y se abren las ventanas y es primavera y, bajo la
lluvia, el palacio, de punta a punta, es barro y vuelve
al barro y el barro huele a nosotros, los que creamos el
mundo con nuestras manos como si fuese un palacio,
incluso a riesgo de que alguien, Dios no lo quiera,
confunda el aire con el andamio
aunque ya no nos pagan, por cierto, los accidentes de
trabajo ni las horas extras.



De La academia de Piatok, de Alberto Szpunberg, editado por la Fundación Editorial el perro y la rana, Caracas, Venezuela, en el año 2.008.

Alberto Szpunberg y Luis Luchi


Copio de Wikipedia:

"Alberto Szpunberg nació en 1940 en Buenos Aires, Argentina. Obtiene su licenciatura en Letras. En 1973 se desempeñó como director de la carrera de Lenguas y Literaturas Clásicas y profesor de Literatura argentina y Medios de comunicación y literatura en la Universidad de Buenos Aires. Como periodista fue redactor del diario La Opinión de Buenos Aires del cual fue director del suplemento cultural de 1975 a 1976, año del golpe de estado en la Argentina que le obliga en 1977 a exiliarse en Barcelona. Desde 2001 ha sido profesor de Literatura y Política en la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo.

Participó en varias antologías de su país y del extranjero: Los Nuevos (1968) y Poesía social del siglo XX (Centro Editor de América Latina, 1971). Ganó en Francia el Premio Internacional de Poesía Antonio Machado 1993/94 por Luces que a lo lejos. La singularidad de su obra está dada por el amplio dominio del lenguaje poético que trasunta un tono lírico coloquial y también discursivo. La palabra directa, combativa, justa y solidaria, transmite con verdadera energía poética y sin desbordes emocionales, las luchas e injusticias, testimonio lúcido de situaciones históricas concretas."

El poeta Alberto Szpunberg fue cumpa-camarada-gomía-colegui de Luchi en el largo camino hacia la luz poética. Interlocutor eterno, aún sigue un diálogo fraterno lleno de coincidencias y discrepancias con el viejo Luis en la Asamblea Permanente, que los reconoce como dos referentes indispensables.

Luchi en Nou de la Rambla, Barcelona

Luchi con César Strocio

Luchi cerca del Sena

El mes de octubre



Octubre




Color de pureza en las flores

decisión de revoluciones.

El fresco temblor nocturno

distiende su contraído semblante


y sopla un chorrito de leche

para cortar la oscuridad cerrada.

El cielo tan alto como las estrellas,

la espalda húmeda

por el beso que ha puesto en mis labios

la noche de octubre.

Octubre,

mi mes de besos puestos en mis labios.

Las aromas ya se sienten;

están.Estoy impregnado de Octubres

buenos y malos y sin importancia

Soy Octubre jardín y cambiante,

mi piel es nueva, mi lamento es otro.

Comienzo el año en Octubre

porque soy jardín y cambiante,

Comienzo el año en Octubre sereno.





Luis Luchi nació y murió en octubre.

Eduardo Rovira intrepreta "A Luis Luchi"

viernes, 12 de febrero de 2010

Kinoto y Luis Luchi

El poema Los motivos para volver a su tierra está extraído del libro Luis Luchi y Kinoto editado en Barcelona en 1.999. Colgaremos otros poemas ilustrados por Kinoto, que fué gran amigo de Luchi.

Kinoto, radicado en Ibiza durante muchos años siempre venía de visita para ver a Luis. Gran pintor y artesano, era una persona entrañable. Lamentablemente para todos falleció en octubre del 2.009 dejándonos huérfanos de su ternura y bonhomía. Anarquista de la primera hora coincidía con Luis en su espíritu libre y creador. Pasaba horas contando sus anécdotas con él, a quien admiraba y quería desde siempre. Kinoto esperaba en el puerto de Barcelona los barcos que llegaban desde Argentina con los exiliados que se iban de la oscura noche que cayó con la última dictadura militar. Miraba entre las caras agrisadas del pasaje buscando amigos y conocidos para darles su cálida bienvenida entre lágrimas y abrazos. Uno de esos abrazos, tan necesarios en esos momentos, lo recibió a Luchi. De su amigo Kinoto.

Sirvan estas líneas de sentido homenaje a su figura.

Poema, ilustración y tapa del libro "Kinoto y Luis Luchi"






El trío Esquina





El trío Esquina de César Strocio interpreta el tango dedicado a Luis Luchi por Eduardo Rovira.

domingo, 7 de febrero de 2010

Nota y reseña, de Lilian Garrido



de Parque Chas: "estamos haciendo historia"



Parque Chas web com.ar
desde Parque Chas al mundo

AMORES Y POEMAS EN PARQUE CHAS



LA REPUBLICA DE LUIS LUCHI


Te espero en Ávalos y Berlín...



Por Lilian Garrido
Buenos Aires, enero 2001

Teníamos varias cosas en común. Nos gustaba juntarnos a charlar hasta altas horas de la madrugada: la noche, en Buenos Aires y en Barcelona, es más apta para que fluyan los pequeños y grandes temas. Leíamos hasta el hartazgo (él mucho más que todos nosotros).

La literatura -sobre todo la poesía-, ocupaba un lugar importante en nuestro temario. Lo que más me interesaba escuchar, sin embargo, era el enorme anecdotario que rodeaba cada poema, cada edición, cada nombre. Para todo y para todos había un contexto, una referencia. Y era entonces como revisar la historia, la universal y la cotidiana, la oficial y la secreta. Paseábamos por el mundo sin movernos de esa mesa de café, sin salir del comedor de su casa o de la mía.

Por las rendijas de la interminable conversación se filtraban sus análisis políticos, su visión de las cosas. Nunca lo escuché hablar mal de nadie, quizá porque su infinita bondad le permitía comprenderlo todo y si la cosa se prestaba para una opinión adversa, su ironía la disimulaba.

Me acuerdo del día en que le mostramos una foto de Paco Urondo en Cuba, alIado de un retrato de José Martí. "Ah, sí. A ellos les gustaba sacarse esas fotos importantes", fue el único comentario.

Había nacido en Buenos Aires el 11 de octubre de 1921 pero se mantuvo siempre más joven que todos y por eso nos acercábamos a pedir opinión o consejo o simplemente a buscar sus oídos atentos y su palabra amiga. Era un sabio. Su sabiduría radicaba más que en los conocimientos que le habían dado sus lecturas y experiencias de vida, en su sencillez y humildad sin límites.

Enemigo de los homenajes y las fajas de honor, nunca conocí a nadie tan sinceramente desinteresado por los premios, tan ajeno al lobby. Habíamos crecido enel mismo barrio y esa denominación de origen nos hacía indestructibles. Parque Chas no tenía secretos para nosotros y mucho menos para ellos, una buena barra, que había pasado de las calles de tierra al asfalto casi sin darse cuenta. Ir de Cádiz y Victorica a Bauness y Bauness era sólo caminar cien metros.

En otro barrio hubiera sido una línea recta, pero en el nuestro es todo curvo y ondulante, como las caderas de las musas de Pedro Gaeta. Esa distancia tan corta se transformaba en un "viaje" en sentido griego, un camino de aprendizaje. En uno de mis viajes aprendí, Luchi me enseñó, que el trabajo debe ser remunerado; en otro, me llevé a Hemingway bajo el brazo; en otro, supe que el conocimiento es una tarea sin fin. . .

Una vez a mi hermano, entonces un pibe, se le había ocurrido leer la Biblia. "Tenés que pedirle permiso a tu papá, porque tiene algunas partes pornográficas". Papá, que nunca la había leído, se sorprendió con la advertencia.

No había motivos para prohibir su lectura, pero si Luchi lo observaba. . . Había hacia Luchi cierta veneración y respeto. El propio Roberto Santoro, íntimo amigo, en un reportaje que le hizo y que quedó registrado, por momentos preguntaba con excesivo cuidado.

Era, por otra parte, complicado lograr una entrevista: su modestia -sincera, nunca falsa-, lo ubicaba en una situación incómoda cuando se sentía centro. Era orgulloso, sin embargo, de su trabajo de poeta y muy cuidadoso de sus publicaciones. He estado toda una tarde junto a él corrigiendo las pruebas de Fuera del margen y, me consta, tenía en claro cada verso, cada palabra.

Para la edición de Amores y poemas en Parque Chas, seleccionó y envió los poemas desde Barcelona, eligió el título, revisó las pruebas que le llegaron por correo y nos las reenvió a la semana siguiente con algunas aclaraciones ad hoc. Un modo de mostrarnos que en su elección por el ocio -ocio creador, se entiende-, había responsabilidad y respeto por la gente.

Por lo demás, es un error creer que Luchi se desentendía de las ediciones: en la medida de sus posibilidades, manteniendo un estilo "porteño por la sutileza", seguía de cerca el asunto. Sin dudas, faltó un agente literario que viera en sus escritos valiosa mercancía. No faltaron en cambio amigos -tenía a montones-, que valoraran su poesía.

Su primer libro, El obelisco y otros poemas, fue publicado porque el escritor Juan José Manauta, entonces director de Signo, se había entusiasmado con los poemas de Luchi, quien trabajaba como vendedor viajante para esa editorial. Desde la publicación de El obelisco..., en 1959, hasta Poemas y pinturas (1999), fueron 40 años dedicados a la poesía.

Trece libros aparecidos en la Argentina y cinco en España, además de los tres discos y el compact disc donde quedó registrada su voz, hablan de una producción vasta y muestran un universo poético donde absolutamente todo tiene cabida.

En su casa de Bauness y Bauness -Bauness entre Bauness y Atenas, para ser más precisa-, era fácil encontrar a Luchi durante el día, sentado en una habitación tapizada con libros del piso al techo, leyendo o escribiendo. Papá había ido a visitarlo una mañana y ahí estaba, muy concentrado en la lectura de una novela: -¡Hola, Luchi!, ¿qué está leyendo? -Los Karamazov.-¡Dostoievski!. Yo la leí hace mucho. . .-Yo la leí cinco veces. -¿Qué le parece? -¡Una porquería!

Los domingos a la mañana podía vérselo en la plaza (la placita del Trébol, por supuesto), hamacando a sus nietos. Por las noches había que buscarlo en algún bar de la avenida Corrientes o sus alrededores o en algún acto de homenaje a o de solidaridad con o en la presentación de algún libro -propio o ajeno-, o en una lectura de poemas o en la inauguración de una muestra o simplemente caminandopor ahí, recorriendo librerías o disfrutando de los colores y olores de Buenos Aires. Difícilmente anduviera solo.

Era habitué del bar Ramos -cuando el Ramos era el Ramos-, de El Estaño de Talcahuano y Corrientes -al que habían bautizado "El Gardelito"-, y del viejo Bachín, la cantina que estaba sobre Sarmiento, casi esquina Montevideo. Solía ir a La Paz, Los Pinos y La Academia, también.

En Parque Chas, tenía su "despacho" en el bar de Triunvirato y La Pampa. Le gustaban los bares a la vieja usanza y una de las cosas que más lo había tocado fue descubrir, en una de sus venidas a Buenos Aires, la impersonalidad que habían adquirido los boliches, todos iguales, con sus luces de neón y mesas de fórmica. Gran caminante, conocía Buenos Aires mejor que cualquier porteño y Barcelona mejor que cualquier catalán.

Ese andar observándolo todo, en sus mínimos detalles, le daba material para sus poemas. Su observación del habla popular, de las costumbres, de las pequeñas y grandes cosas de la vida, su percepción del alma humana y su conocimiento de la historia, lo colocaban en una situación de privilegio.

Cuando a fines de 1975 decidió irse a Barcelona, en barco,algunos amigos organizaron la cena de despedida en la cantina Chicho, de Plaza y Zárraga. Roberto Santoro, tras haber comido los tallarines y albóndigas de rigor, especialidad de la casa, se puso de pie, leyó un "discurso" optimista y le entregó obsequios preciosamente preparados para la ocasión: un boleto de tranvía y una bolita cachuza.

Nadie pensaba en el adiós, pero todos intuíamos -situación política mediante-, una larga ausencia.Contra todos los pronósticos, Luchi quedó anclado en Barcelona. Vino unas cuantas veces a Buenos Aires pero su idea de volver para siempre quedó incumplida. Tenía, eso sí, estrategias que irremediablemente lo traían al barrio. Repetía hasta el cansancio que el dedo de la estatua de Cristóbal Colón, erigida en el puerto de Barcelona, señalaba Parque Chas.

Siendo consciente, además, de la personalidad del barrio y como buen anarquista, la fundación de la República Independiente de Parque Chas se había transformado en un objetivo a corto plazo. Decía que sobre Pampa, "nuestro río navegable", debíamos anclar los barcos para defendernos de los ataques de Villa Urquiza. Había elaborado numerosas tácticas militares, envidia de los mejores estrategas, para sorprender al enemigo en esa especie de tela de araña, contándose entre las más eficaces la cita en Ávalos y Berlín. . .

Una noche, desde el balcón de su departamento de Victorica y Pampa, atalaya de la República, me señaló los puntos estratégicos para la ubicación de los francotiradores. Esa misma noche y en ese mismo balcón, me confesó la tristeza que le producía regresar a España. "¡Y justo ahora te ponés melancólico! . Pensá que vas a hacer un trámite y volvés", le dije. "¡Eso! -me respondió-. ¡Sí señor!. Voy a arreglar unos asuntos con mi notario y vuelvo".

La última vez que estuvo por estos pagos fue en 1995, cuando se presentó su libro Jardín Zoológico. En Barcelona fue siempre un porteño más. Nunca abandonó el mate ni la vida de boliches. Siguió escribiendo en español rioplatense (en Resumen del futuro publica "Vida rea", poema lunfardo que pocos catalanes habrán entendido). Siguió participando activamente de toda causa que considerara justa.

Allá -24 años no es poco-, se hizo su lugar (no muy diferente del de acá). Los poetas jóvenes lo respetaban y admiraban y prueba de esto es el homenaje que le hicieron en las Ramblas, hace algunos años. Tan desinteresado por ser centro de nada (no desagradecido, ¡cuidado!), el día que tenía que leer dejó los poemas en su casa y hubo que ir a buscarlos. Pero así era Luchi y por eso lo queríamos.

Haciéndole un corte de manga a las leyes de la naturaleza lo creíamos inmortal. Sabíamos de sus problemas cardíacos, de su fatiga, de su internación en el Hospital del Mar y de su resistencia a la internación. Sabíamos de sus años de alcohol y cigarrillo. Sabíamos muchas cosas pero la convicción de su inmortalidad era más fuerte.

Por eso, cuando el 21 de octubre de 2000 me llamaron paradecirme que había muerto, no pude más que despedirlo con un ¡Parque Chas libre o muerte!, en un esperanzado intento de confirmar que la República Independiente de Parque Chas seguía en pie.




Algunas consideraciones sobre la poesía de Luis Luchi.

Contexto

Para ubicarnos en tiempo y espacio, digamos primero que Luis Yanischevsky, hijo de inmigrantes rusos, nació en Buenos Aires, en Villa Crespo, el 11 de octubre de 1921. A los cinco o seis años de edad se mudó con su familia a Parque Chas y ése fue su barrio.

En esos tiempos, Parque Chas era geográficamente un potrero con unas pocas casas dispersas y, étnicamente, un crisol de razas: rusos, polacos, italianos, españoles, turcos, alemanes y, por supuesto, criollos, compartían los mismos límites.

Luchi fue creciendo junto con el barrio, conviviendo con las
distintas lenguas y costumbres (poema "Che, turco"), quizás influido por su propia familia, militó activamente en el Partido Comunista y fue evolucionando hacia el anarquismo (les diré / tratando de no hacer mal a nadie / préstenme las obras de Kropotkin / que tengo ganas de leer).

Trabajó como obrero gráfico en editorial Atlántida, como vendedor viajante de libros para las editoriales Signo, del
PC, y Raigal, de la UCRI, hasta que se convenció de que el mundo del ocio era más gratificante y decididamente menos alienante que el del negocio y a partir de esa evidencia se dedicó de lleno a la poesía.

Tanto por elección como por convicción, se mantuvo siempre al margen de la cultura oficial. Esta "marginalidad" lo apartó de las academias, los claustros universitarios y los suplementos literarios de los principales diarios del país.

Lo acercó, en cambio, a grupos literarios más populares, que optaban por los cafés como punto de reunión y los clubes de barrio o entidades similares como lugares de acción. En los años '60 participó activamente en El Matadero, grupo de cuentistas cuyo nombre rendía homenaje al relato de Esteban Echeverría, considerado el primer cuento argentino.

El grupo se reunía en el café El Estaño, de Talcahuano y Corrientes, al que habían renombrado "El Gardelito" y estaba integrado por Guillermo Cantore, Blas Raúl Gallo, Nenina Caro, Mario Lesing, Arminda Ralesky y Lubranolas, entre otros.

El Matadero se proponía publicar a jóvenes que escribieran con sentido popular y, para tal fin, crear una editorial con selección oral y pública de cuentos. Nuevo Teatro les prestó varias veces la sala donde integrantes del grupo leían sus relatos y el público, convertido en una especie de asamblea,
definía la publicación con su aprobación o su rechazo.

"El brasilerito", único cuento publicado por Luchi, apareció en la antología Cuentistas argentinos contemporáneos, editada por El Matadero en 1961.

Entre paréntesis: como un saludo a sus compañeros narradores, los libros Resumen del futuro y Mishiadura en las dos ciudades , publicados en Barcelona en 1984 y 1993, respectivamente, fueron editados por Ediciones del Escorxador, palabra ésta que en catalán significa "matadero", aunque el homenaje se limitó sólo al nombre, ya que el espíritu de participación y polémica se había perdido.

Volviendo a los '60, merecen por lo menos ser mencionados los interminables asados en la casa de Enrique Wernicke, en Olivos, donde se juntaban poetas y escritores, generalmente los sábados y hasta bien entrado el domingo, para hacer honor a la literatura y el vino.

A fines de los '60 y en los 70, junto con el poeta Roberto Santoro, el músico Eduardo Rovira y el artista plástico Pedro Gaeta, formó el grupo Gente de Buenos Aires.

Además de una gran amistad, compartían el sentido social
y la necesidad de realizar actividades culturales como parte de la revolución que llevaban adelante.

Buscando la mayor participación posible y con la idea de integrar a los artistas con el público y a las artes entre sí, Gente de Buenos Aires decidió que los clubes de barrio, las sociedades de fomento y las escuelas eran los escenarios ideales para desarrollar su propuesta.

El grupo realizó también una actividad editorial intensa y, gracias a ella, la voz de Luchi quedó registrada en el disco simple Tango de música a lo lejos y su letra impresa en los libros Los rostros, Poemas (1946-1955) y La pasión sin Mateo.

Por otra parte, en varios de los libros de Luchi, participan
artistas plásticos: El ocio creador está ilustrado por Miguel
Dávila; La vida en serio y Los rostros, por Pedro Gaeta; Mishiadura en las dos ciudades por argentinos y catalanes:
Joan Alonso, Raúl Capitani, Héctor Cattolica, Roberto Duarte, Pedro Gaeta, René Langlois, Marie Ange Margall, Miguel Ratto "Kinoto", Luis Suvervil y Carlos Terribili; Contestarse a sí mismo en el canto, por Oscar Grillo; Poemas y Pinturas por Miguel Ratto "Kinoto".

Para seguir en esta línea de participación e integración, en Amores y poemas en Parque Chas colaboran tres plásticos, los tres de Parque Chas -por nacimiento o por adopción-: Pedro Gaeta, Hugo Griffoi y Juan Carlos Ferrero.

Precisiones más, precisiones menos, hay que ubicarlo en
la vertiente políticamente más comprometida de la
generación poética del '60.

Más allá del partido o facción donde cada uno estuviera o militara, todos creían, Luchi el primero, en la revolución social. y si bien él era mayor que los muchachos de dicha generación, empieza a publicar en aquellos años. Hay, por otra parte, temas comunes: la ciudad, el barrio, el tango, las luchas sociales, la admiración por César Vallejo y Vladimir Maiacovski. El estilo coloquial es otra característica compartida.

Texto

Decir que el estilo de Luchi es coloquial es decir muy poco si no se hacen algunas salvedades. Es coloquial el estilo de Humberto Costantini, de Roberto Santoro, de Roberto Juarroz y de María Elena Walsh, para poner ejemplos de un lado y del otro. Es en el uso que hace del lenguaje donde su voz se diferencia dentro de la corriente coloquial y donde se nota la búsqueda -y el logro- de un estilo propio.

El coloquialismo se advierte, por ejemplo, en el uso del voseo, el imperativo y una sintaxis a veces descuidada. Pero hay muchos otros componentes que distinguen la voz de Luchi como personal y única.

Voz que, por otra parte, adopta distintos tonos: el tono admonitorio de "Instrucciones para el hospital Tornú", contrasta con el nostálgico de "Lugar donde se nació" o "Final de la casa" y/o con el jocoso de "Cerrado por duelo".

Los paralelismos, enumeraciones y acumulaciones abundan en su poesía. El divertido poema "Tercero en discordia", del libro La pasión sin Mateo (1976) es un in crescendo de insultos que terminan incluyendo al lector como árbitro.

En "Festejando el triunfo", de Resumen del futuro (1984), asume la voz colectiva al acumular frases hechas tomadas del acervo popular. Otro tanto ocurre en "El espiante (en gran forma)", de Vida de poeta (1966), aunque aquí la irónica enumeración de clisés termina con un sentencioso los grandes destinos / esperarán un poco más.

Su discurso poético se nutre de clisés, jergas, expresiones
populares y voces lunfardas. Luchi ha escrito algunos poemas lunfardos ("El cana Manopla"), pero además palabras lunfardas aparecen con frecuencia y naturalidad en sus versos.

Esto es un ingrediente de su coloquialismo pero además de la porteñidad que tiñe toda su poesía. Desde su primer libro, El obelisco y otros poemas ( 1959), se perfila como un poeta ciudadano, especialmente de la ciudad de Buenos Aires. La ciudad está presente como espacio fisico y también como espacio lingüístico. Luchi escribe -esto es obvio- en español "porteño".

El uso del voseo, el lunfardo, el mundo referencial de las comparaciones, el sentido del humor -muchas veces irónico y hasta sarcástico-, las sutilezas y, sobre todo, el modo de decir, remiten al español que hablamos en Buenos Aires.

Otro elemento destacable y que apunta en esta dirección es la intertextualidad: sus versos se cruzan a menudo con citas de letras de tango (disminuyendo víctimas de helicópteros / masacres, soledades, lunas / y más allá la inundación) o de algún otro poeta.

Pero también el cruce se produce con expresiones del habla popular, que se mezclan entre sus versos y funcionan como propias: la viuda es hija del barrio / su primogénita ligera de cascos arrepentida. Con los refranes ocurre lo mismo: "Canto de pescadores", de Ave de paso (1973), está armado sobre la descomposición y recomposición de refranes relacionados con el río y la pesca ("a río revuelto, ganancia de pescadores", "el pez por la boca muere, " cuando el río suena...", etc.).

El sentido del humor y la ironía de Luis Luchi merecen ser resaltados, tanto en su vida como en su obra. En "Cerrado por duelo" sintetiza una situación que parece extraída de un monólogo de Niní Marshall. Pero sus humoradas alcanzan el clímax con El muerto que habla (48 penúltimos poemas) - Poemas cortos de genio (1970), dos libros en uno, invertidos.

Hay un humor más sutil, entre líneas, como cuando dedica "Belgrano mi general" al historiador Grosso chico, aludiendo al rematador Gerónimo Grosso, encargado de la venta de los lotes de Parque Chas y al ilustrador Fortuny, algunas de cuyas obras ilustran el Curso de historia nacional del sí historiador Alfredo B. Grosso.

Lejos de ser original, ya que estas experimentaciones discursivas las hacían los surrealistas a principios del siglo XX, Luchi aprovecha el espacio para desplazamientos de texto ("Algunos preguntaban si era poeta. . . " o "Todo a veinte, años después"), mezcla palabras con símbolos matemáticos y hasta incluye un pentagrama, como en " Háblenos de su pasado" , del libro Fuera del margen ( 1992) .

Pero el surrealismo se filtra por otro lado, como cuando en "Algunos preguntaban si era poeta. . . " de repente dice Levantaban la tapa del piano / y me dejaban pasar .

Luis Luchi reivindica las cosas más simples para la poesía: herramientas de trabajo o una gota de lluvia que cae sobre un paraguas pueden ser materia para sus poemas. En su poesía, sustantiva y directa, tienen cabida todos los temas, desde los más vulgares hasta los universales, como la amistad y el amor.

Hay poemas que son casi una instantánea de situaciones cotidianas ("Cerrado por duelo"), un cuadro de costumbres ("Belgrano mi general"; "Che, turco"). "Yo escribo para decir cosas que tienen que ver con un pensamiento y con una propuesta -dijo en una oportunidad-. No estoy con el artepurismo ni tengo nada que ver con la Torre de Marfil. Mi poesía se dirige al hombre. En este mundo poético donde todo, absolutamente todo, puede ser materia del poema, el
centro es el hombre y sus dichas y desdichas cotidianas".

Una de las maneras de captar los sufrimientos y alegrías
del hombre es mediante sus propias experiencias: el poeta
viaja, camina, recorre la ciudad, observa situaciones desde
la ventanilla del tren y después poetiza lo vivido.

Este motivo del homo viator, otra constante en la poesía de Luchi, puede verse en "Maneras de empezar una conversación", pero está más claramente expresado en "Caminando despacio", de El ocio creador (1960), por citar sólo dos ejemplos.

Son también producto de su poder de observación y de
su permeabilidad a todo lo humano, poemas como "Los
apellidos y las profesiones", de El obelisco y otros poemas, o "Los nombres y el amor", de Poemas cortos de genio (1970), estructurados sobre la sucesión onomástica y destacables por su humor e ironía.

Podemos citar asimismo "Admiración por los próceres", de ¡Gracias, Gutenberg! (1980), donde la acumulación de nombres de calles, cada una con la reflexión o comentario que desata en el poeta, muestra que la ironía como rasgo de estilo es una de las formas de su espíritu contestatario.

En éste, su último libro, Luis Luchi vuelve al barrio. Es exagerado hablar del "periplo del héroe" pero hay, sí, un círculo que se cierra. El tono de Amores y poemas en Parque Chas. está mucho más emparentado con el de El obelisco y otros poemas que con el de Jardín zoológico (1995) o Poemas y Pinturas ( 1999) .

El barrio está plasmado en escenas ("Cerrado por duelo", "Relaciones de la familia Chas con mi familia y la de los vecinos", "Che, turco", "Once pepinos fóbal club") o en pormenores como los nombres de las calles o la inundación que las lluvias producen en la calle Pampa.

No hay, nunca las hubo, descripciones de Parque Chas, quizá porque importan más la escena y los actores que el escenario.

A lo mejor también por este motivo, en algunos poemas escritos en España, Buenos Aires y Barcelona se encuentran en pequeños detalles (el nombre de una calle, una línea de colectivo, un parque...). Por último, el Parque Chas de Luchi es el de su niñez y adolescencia, el del recuerdo. ¿Paraíso perdido? Su manera de afirmar de aquí soy, aquí me quedo.

El señor Chas y el señor Grosso Pedro Gaeta
El poeta en Parque Chas
Pedro Gaeta

Relaciones de la Familia Chas con mi familia y la de los vecinos. Luis Luchi

Me gustaría empezar por ellos
para que no me duela tanto
por haber sido niño de acción
con los materiales del río de la luna,
de las obras en construcción
y los días calurosos en que se vivía
y no se dejaba vivir.
Hijos dilectos de la calle
consagrados a crecer
con los cuatro elementos
y la escarcha que congelaba el barro.
Allí se clavaron banderas invencibles
hacia todos los sentidos del paraíso
cambiando los trapos por zapatos
en los Incas y Triunvirato
para que Ramón el portero
nos dejara entrar en la escuela.
El Pampero que apagaba las mechas,
alumbrados a kerosén.
El agua que llovía de arriba
y de abajo cuando Pampa
nuestro río navegable
inundando los pozos ciegos
y los mates se tomaban con agua hervida.
El fuego rimaba con carbón,
los que después fueron árboles
crecían a la par de nuestra estatura,
dejándonos abajo,
reforzados con alambre
se convertían en cercos
para que cada familia
tuviera sus peleas privadas.
Bosque de cardos, abrojitos,
yuyos altos estimulando zoologías inclasificables,
cortina protectora de miradas curiosas
de su función de servicios y violaciones.
Cuánta, Dios, cuánta pureza, dios, cuánta.
Y cómo llegar grandes
apoyados en ladrillos de canto
señores Grosso Toscanos Avanti La Estrella
que en vez de convertirnos
en su mano de obra barata
nos tomábamos el tranvía siete
y volvíamos a veces de visita
y agitados y tarde
a los velorios de los abuelitos.


Obra publicada


Luis Luchi publicó en la Argentina trece libros: El obelisco y otros poemas (Buenos Aires, Signo Publicaciones, 1959), El ocio creador (Buenos Aires, Ediciones Stilcograf, 1960), Poemas de las calles transversales (Buenos Aires, Editorial Salamanca, 1964), La vida en serio (Buenos Aires, Editorial Stilcograf, 1964), Vida de poeta (Buenos Aires, A.Burnichon Editor, 1966), El muerto que habla (48 penúltimos poemas) -poemas cortos de genio (Buenos Aires, Ediciones Buenos Aires Leyendo, 1970), Ave de paso (Buenos Aires, Ediciones Noé, 1973), Los rostros (Buenos Aires, Ediciones Gente de Buenos Aires, 1973), Poemas 1946-1955 (Buenos Aires, Editorial Papeles de Buenos Aires, 1976), La pasión sin Mateo (Buenos Aires, Ediciones Gente de Buenos Aires, 1976), Antología poética (Rosario, Santa Fe, Editorial Fundación Ross, 1986), Fuera del margen (Buenos Aires, Utopías del Sur, Cuadernos de Poesía Labio partido, 1992), Jardín Zoológico (Buenos Aires, Ediciones Último Reino, 1995).Y dos discos: Tango de música a lo lejos (Simple. Ediciones Gente de Buenos Aires, 1966. Poemas y voz: Luis Luchi. Música e intérprete: Eduardo Rovira. 1lustración de tapa: Pedro Gaeta) y Antología por mí (Larga duración. Poemas y voz: Luis Luchi. Producción y realización: Buenos Aires Oyendo, 1969).

En España:


¡Gracias, Gutenberg! (Barcelona, La lira argentina, 1980. Edición auspiciada por la Casa Argentina en Cataluña), Resumen del futuro (Barcelona, Ediciones del Escorxador, 1984), Mishiadura en las dos ciudades (Barcelona, Ediciones del Escorxador, 1993) , Contestarse a sí mismo en el canto (Barcelona, Ediciones Bajo El Poncho1997), Poemas y pinturas (Poemas de Luis Luchi y pinturas de Miguel Ratto "Kinoto".

Barcelona, Save As, 1999). Disco / Cassette: A medio hacer todavía (Larga duración. Jorge Sarraute, Alberto Szpunberg, Luis Luchi. 1982). Compact Disc : Todos se dan vuelta y miran. Poetas argentinos en BCN. (Barcelona, 1999. Poemas y voces: Susana Drangosch, Andrés Ehrenhaus, Jonio González, Luis Luchi, Alberto Szpunberg. Música: Jorge Sarraute. Poemas musicalizados interpretados por el grupo Vox Populi).





Pequeña historia de Daniel Amiano, blog de La Nación



De trasnoches y melodias

Luis Luchi, un personaje inolvidable

Primero, escuchen la voz de Luis Luchi, que lee el poema El Sena para mí. Después les cuento una pequeña historia.

Hay cuatro o cinco libros que recuerdo de mi niñez. Bah, de cuando me empezó a interesar la lectura y el libro como objeto.

Cuando yo tenía 9, 10 años, la biblioteca de mi tío alimentaba mi curiosidad. Y mi curiosidad se daba ya por los libros de poemas. Recuerdo una antigua edición de la Divina Comedia con unos dibujos alucinantes. También un par de Pablo Neruda (Canto general y Tercera residencia), uno de Roberto Juarroz (creo que era Séptima Poesía Vertical), los Antipoemas de Nicanor Parra y uno muy especial, que inicialmente me llamó la atención porque tenía dos tapas. Justamente, se trataba de dos libros en uno: El muerto que habla. 48 penúltimos poemas y Poemas cortos de genio (ed. Buenos Aires Leyendo, 1970).

Todavía tengo el ejemplar, porque años después le propuse a mi tío: o me lo regalás o te lo robo. Y creo que me lo regaló.

Lo que me fascinaba de ese hombre era la manera de escribir y los temas que trataba. Pasar de Neruda a Luchi era, en ese momento, como pasar de jugar en la cancha de River al potrero. Y en el potrero, claro, estaban los amigos. Desde entonces le tomé cariño a este hombre que yo hacía viejo, no sé por qué. Un tipo tan divertido que hacía poemas con humor y palabras cotidianas, que jugaba con la sintaxis y la puntuación, merecía ser mi abuelo, así que lo adopté.

Volví a él años después, convertido ya en, digamos, lector de poesía. En los últimos años 80 comencé a conseguir algunos de sus libros, que aparecían en las mesas de saldo cuando las librerías pudieron sacar del depósito aquellos libros que habían tenido que esconder. Luchi se había exiliado en el 76 en Barcelona.

Nació en Buenos Aires en 1921 (vivió y amó Parque Chas) y murió en Barcelona en 2000, días después de cumplir 79 años. Volvió varias veces al país, pero sólo de visita. Pude escucharlo leer sus poemas en un par de ocasiones. Publicó varios libros, en Argentina y en Barcelona, entre ellos, El obelisco y otros poemas (1959), El ocio creador, al que pertenece el poema que escucharon, 1960), Poemas de las calles transversales (1964), La pasión sin Mateo(1976), ¡Gracias, Gutenberg! (1980), Jardín Zoológico (1995), y el disco Antología por mí (reeditado en CD por Buenos Aires Oyendo).

Hay una muy buena antología editada por Ultimo Reino en 2003: Paseo por la capital de Luis Luchi, que tal vez se consiga.

Anarquista, irónico, caminador de la ciudad, exaltador del amor y la amistad, buen bebedor, Luchi es un personaje oculto con el que uno no puede hacer más que encariñarse.

El Sena para mí

Sé un poco para mí

Sena, que otros poetas te poseyeron.

Me encuentro tan lejos

para nadarte o andarte en bote.

Si tuviera montones de dinero

bien sabes que apoyaría en las barandas

de tu ruta encajonada

mi cabeza con penas.

Y diría, esto lo imaginaba,

aquello está en su lugar.

O pronto descubriría un recodo

que gocé y viví

y estaré en condiciones de prever:

ahora voy a ejecutar tal palabra,

tendré una aventura

imitaré la luna

o reconoceré que estoy soñando.

Lo más seguro es que estaré soñando.

Y cómo me gustaría, Sena, andar por tus orillas

en una ola sin reposo

de tus períodos de paz.

Presiento que las primaveras

me envolverán

y estarán inquietas cuando no me sienta feliz

y yo les explicaré,

nunca podría dejar de explicarles,

que no estoy triste por ellas,

que todo lo que pueda irme bien

aquí me ocurre.

Que a pesar de haber llegado

sin ser joven,

es posible que me miren y estimen

nada más

que porque escribo versos,

nada más que por eso.

Y puede ser que me decida,

por qué no,

a tirarme en tus aguas y morir.

Y contarán de mí,

eso espero,

un poeta,

argentino,

dejaré mis documentos en regla;

se hundió en el Sena porque lo quería

habiendo tantos ríos en el mundo

y en su país.


El Blog De trasnoches y melodías de La Nación lo firma Daniel Amiano. Pegamos el post para compartir sus comentarios y, sobre todo, el poema. Por suerte está la grabación del texto leído por Luchi para que podamos disfrutar de la cadencia que el propio poeta pone a sus versos, y emocionarnos, como siempre.

sábado, 6 de febrero de 2010

"Chismosas", poema de Luchi ilustrado por Oscar Grillo



El maestro ilustrador Oscar Grillo fue gran amigo de Luis Luchi. Le ha dedicado muchas ilustraciones. Aquí va un poema ilustrado, CHISMOSAS.

viernes, 5 de febrero de 2010

Poema del libro "Contestarse a sí mismo en el canto"

CADA UNO TIENE SU DESGRACIA Y YO TE PERDÍ


En todos los años
en que tus besos fueron míos
rendí el peso de la piel
el amor en oleadas, el paraíso,
la mano sobre tu corazón palpitando;
por lo que recuerdo
no sólo fue el beso,
una posesión completa
cuerpo y alma
compartiendo el aprendizaje
y para mí era total
la primera vez y siempre,
después no tanto, el resto es largo;
pero tus besos
fueron y serán para siempre míos,
no termino de enumerarlos
y olvidarlos
para que su cantidad
alcance hasta
el fin de mis días.



Del libro CONTESTARSE A SÍ MISMO EN EL CANTO

jueves, 4 de febrero de 2010

Pema que da título al libro "Contestarse a sí mismo en el canto"

CONTESTARSE A SÍ MISMO EN EL CANTO


¡¡¡Voy!!!
No contesta-no está.
¡Esperame, falta poco!
¿Estará festejando mi ausencia?
Oigo voces. Están en curda,
suben, cruzan el río,
pasan el bosque
y se escucha en el valle:
¡Estoy por llegar!
¡No terminé! ¡Esperen!
El zapato me queda chico, la media grande;
hace mucho que no me vestía.
¿Cómo se hace?
¿Eh? ¿Con qué viajo?
Sí, sí; ando, es el viento en contra,
me falta poco, estoy,
en el último descanso que tomo
pero verán, ya veremos, hay niebla,
justo hoy se les ocurre un eclipse de sol,
nunca es total, llevo un farol,
una vela, tus ojos en la memoria.


Del libro del mismo nombre, ya mencionado.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Tapa de libro




Tapa del libro CONTESTARSE A SÍ MISMO EN EL CANTO, ilustrado por el maestro Oscar Grillo. Seguiremos agregando las tapas de los libros del viejo Luchi y poemas extraídos de los mismos.

Penas de amor

PENAS DE AMOR 3

Cómo puede ser
que no me hayas esperado.
Anduve bajo tierra comiendo hormigas,
me puse en la cola de los kilombos
por necesidad sexual entendés
fue una manera de descargar la angustia
de volver a encontrarte mi amor.
Me metí en los antros más canallas
defendiendo las quintas dimensiones
los sextos sentidos
y las técnicas de supervivencia
en la absoluta soledad.
Me metieron en los calabozos,
se metieron con el pasado de mi insignificante vida.
Recluté a un redentor
que al ser ajusticiado
denunció la conspiración.
Llego y te perdí,
nuestro amor fue en verso,
sigo dispuesto a perdonarte.
Y esa manera hipócrita de reír
que te enseñé que ocultaras
la seguís usando.


del libro CONTESTARSE A SÍ MISMO EN EL CANTO

martes, 2 de febrero de 2010

Dos poemas-ilustraciones: "Los desencuentros" y "Mate en la cama"




El maestro Oscar Grillo tiene en su blog varios dibujos dedicados a Luis Luchi. Algunos de ellos han ilustado el libro CONTESTARSE A SÍ MISMO EN EL CANTO, ediciones Bajo el Poncho, Barcelona, del año 1997.

Seguiremos agregando imágenes para "ilustrar" la rica historia de nuestro poeta.